El 2022 llega con varios pendientes por resolver: Una deuda exacerbada, una inflación desbordada y una amenaza de rebrote del covid 19. Aunque todas parecen malas noticias, la verdad es que por malas que sean el mundo no se va a acabar (por lo menos no por estos motivos) así que debemos entender y jugar el juego como nos lo presenten: Adaptarse le ha permitido sobrevivir a la especie humana.
El 2021 dejó una brecha mucho más amplia entre los que tienen y los que no. La carrera contra la inflación ya empezó y ya nos lleva ventaja: Hay quienes dicen que aún no hemos visto nada, que esto está empezando. Para los optimistas hay una forma de ver las inversiones y para los pesimistas otra, diversificar y encontrar ese balance es imperativo.
Para los optimistas: Si todas las políticas económicas logran mantener la economía a flote, esperaríamos que el sistema financiero se mantuviera triunfante. Para ellos, invertir en ETFs financieros, índices como el S&P500 o acciones de bancos tendría sentido.
Para los pesimistas: Para quienes creen que ya no hay vuelta atrás, protegerse de la deuda a través de inversiones en oro, plata o renta fija tendría más sentido. Esta dinámica ha venido teniendo más coherencia durante el último año, así este tipo de inversiones no hayan dado frutos en 2021.
Para todos los demás, que buscan activos incluyentes, con alto potencial de valorización y que están dispuestos a hacer la tarea existe el mercado de criptomonedas. Tendencias como el Metaverso, NFTs, finanzas descentralizadas y contratos inteligentes estarán a la orden del día. Investigar, preguntar y sobretodo "to put your money where your mouth is" es importante. He tratado de reflejar aquí mi visión del presente y del futuro y allí he orientado mis inversiones. Seguiré invirtiendo en cripto, no solo por que creo en el desarrollo del ecosistema, sino por que ante tanta locura por parte de los gobiernos centrales, parece la opción más cuerda y sensata. Tan sensata es, que más temprano que tarde veremos a todos los gobiernos lanzando su central bank digital currency (CBDC) y haciendo parte de la revolución blockchain que empezó ya hace más de una década. Queramos o no, todos vamos a hacer parte de este ecosistema.
Cierro el 2021 con la satisfacción de haber interpretado y ejecutado de acuerdo a mi visión. Los retornos son solo el resultado de interesarse un poquito en entender la maquina económica. Espero, que todos los que leen este blog hayan despertado ese poquito que se necesita para abrir los ojos y avanzar.
2022 traerá sus verdades y aquí estamos preparándonos para afrontarlo.
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